CUAUTLA, MORELOS.— La ciudad que alguna vez fue símbolo de lucha y dignidad nacional hoy se hunde en una crisis de violencia, corrupción y desgobierno. Jesús Corona Damián, alcalde de Cuautla, aparece en fotografías junto al líder de una célula criminal que opera en la región, sin que hasta la fecha haya consecuencias legales o políticas en su contra.
A la inseguridad desbordada se suma el oscuro historial familiar: su propio hermano fue procesado por el delito de secuestro, un hecho que debería prender las alarmas nacionales. No obstante, el Congreso local guarda silencio, la Fiscalía no actúa, y las fuerzas de seguridad federales siguen sin intervenir de fondo.
El reciente ataque contra el secretario municipal, Alfredo Escalona Arias, muestra que el poder ya no lo ejerce el Ayuntamiento, sino los grupos delictivos. Comerciantes extorsionados, negocios cerrados y una población aterrada completan el cuadro de un municipio secuestrado, no solo por criminales, sino por la indiferencia institucional.
¿Dónde está el Estado de derecho? Cuautla necesita justicia, no más complicidad.
Comments
Post a Comment