Un caso que debería ser simple y resuelto conforme a Derecho, hoy se ha convertido en un laberinto de atropellos. Carlos, padre de una menor de 11 años, contaba con una sentencia firme de custodia emitida por el Poder Judicial del Estado de Guerrero. Sin embargo, en Morelos, dicha resolución ha sido ignorada con total descaro por la jueza.
Andrea “N”, madre de la niña, tiene antecedentes psiquiátricos documentados, nula contribución económica y audios con amenazas directas. Aun así, y sin explicación jurídica sólida, se le ha favorecido.
¿Qué ha pasado con la cosa juzgada? ¿Qué valor tiene un peritaje? ¿Qué tan profundo es el desprecio por el principio de interés superior del menor?
Este caso no solo es una tragedia personal, sino una bofetada a la legalidad. La jueza y su perito han ignorado todo protocolo. Es momento de exhibir este escándalo ante el gremio y el país.
Nancy Georgina Treto Bahena, sus dictámenes psicológicos en este caso han sido una burla a la ética profesional y a la justicia. Con pruebas documentadas en su contra, su parcialidad y negligencia han contribuido al dolor de una niña y a la impunidad de quien la alejó ilegalmente de su padre. No podrá escudarse en tecnicismos: su nombre ya está ligado a este escándalo judicial, y las consecuencias legales son inevitables.
Las denuncias avanzan, y su complicidad no quedará impune:
La Fiscalía Anticorrupción tendra en su poder las irregularidades de su peritaje, así como las graves omisiones que beneficiaron a una madre con antecedentes psiquiátricos y conductas violentas comprobadas. Usted y quienes avalaron esta farsa responderán ante la ley. No habrá lugar donde esconderse cuando la justicia demuestre cómo manipularon el sistema. Su credibilidad su está en la mira.
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